Se limpia, parte en trozos y fríe en aceite: cuando está ya fría se coloca en un plato, digo una olla grande, limpia que esté vedriada y se llena, mitad agua y vinagre fuerte, unas rajas de limón y hojas de laurel verde, a las 24 horas que esté en esta salmuera, puede servirse o dejarse hasta que sea necesaria.
Notas:
Lógica y sencilla receta para unos tiempos en los que conocer métodos para conservar el pescado era esencial, y más con las temperaturas que alcanza la campiña sevillana cuando hace sol. No digo más. Creo que es un plato perfecto para esta Semana Santa que termina y se sale del clásico bacalao de vigilia.
sábado, 3 de abril de 2010
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